viernes, 7 de agosto de 2015

QUÉ TIPO DE PLIEGO CONVIENE HACER ...

Gente, aquí va la respuesta al planteo de una compañera, acerca de la pertinencia o no del desarrollo de un pliego de especificaciones técnicas correctamente elaborado.  Creemos que es muy buena la cuestión para terminar de confirmar cuál es el espíritu de la materia.  A continuación transcribimos la respuesta:
Es muy buena tu pregunta ya que la materia gira en torno a ella.  Como explicamos muchas veces en clases, los manuales son vehículo de los conocimientos lógicos más precisos y son nuestra última y más certera referencia en caso de dudas, conflictos o simplemente necesidad de referencias sobre cómo ejecutar un rubro.  El escenario de aplicación más habitual para este tipo de pliegos -es decir, los que reflejan directamente la manualísitica- son, entre otros, las obras que cuentan con la suficiente cobertura profesional como para que todo ese conocimiento lógico tenga buen destino.  Es decir cuando hay directores de obra con título profesional, ingenieros matriculados en las instalaciones, personal técnico especializado, etc.  Eso suele suceder, en nuestro ámbito local, en el diseño y construcción de obras de gran porte: estaciones de servicio, grandes galpones industriales, edificios en altura, casas muy caras en barrios cerrados, etc. 
Por el contrario, el escenario que les planteamos en el ejercicio del trabajo práctico es bien diferente y va con el espíritu del cursado.  Si se fijan, y tal como explicamos todo el tiempo, les hicimos hacer la reingeniería de una vivienda de mediano porte, susceptible de ser ejecutada por un contratista con escasas capacitaciones.  Es decir, el tipo de encargo dominante para un profesional recién recibido donde el pliego casi no va a ser estudiado.  Aquí radica el eje de la cuestión: si hacen un pliego de trescientas hojas, con términos específicos y con transcripciones literales de los mauales, la gente encargada de ejecutar la obra simplemente lo va a ignorar.  ¿Cuál es la solución entonces? ... simple, adecuarse al escenario.  Ver cuáles son los puntos, rubros o momentos críticos de la obra y focalizarse allí, con un lenguaje claro y abreviado, con gráficos simples, de ser necesario, que permita al contratista centrarse en lo más relevante, dejando que el resto de la obra se ejecute según su propio know how ya adquirido y que será, como dijimos muchísimas veces en clases, casi imposible de modificar.
Esperamos que la explicación los ayude a terminar de comprender el objetivo que nos trazamos en la materia y que les sea de utilidad en la vida profesional.
Sds