martes, 11 de diciembre de 2012

Fin del curso

Gente, finalizamos el curso 2012 y creemos deberles algunas palabras. Como siempre fue un placer trabajar con ustedes. Cada cohorte tiene sus propias características, sus mañas y virtudes, pero todas comparten la misma condición: son un estímulo para seguir perfeccionando nuestra actividad docente. Este año se incorporó Marcelo, un docente nuevo que conoce bien los problemas que implica pensar y hacer arquitectura. Modificamos roles y ensayamos algunas cosas nuevas. No fue nuestro mejor año pero resultó interesante y promovió innovaciones que tal vez pongamos en práctica el año que viene. Nos queda procesar las encuestas y ver las opiniones de ustedes, que no siempre coinciden con nuestras expectativas y que, por eso mimos, las hacemos año a año. Los resultados generales fueron satisfactorios, pero el nivel promedio de conocimientos es muy bajo. Seguramente si ahondamos en las causas podemos encontrar motivos que los hagan sentir socialmente disculpados pero, no lo pierdan de vista, lo que no se sabe es una debilidad. Y las debilidades cognitivas debilitan a su vez las prácticas, porque restan convicción a las decisiones. Y así, de a poco, uno puede cometer errores fatales. El consejo, hoy más que nunca y que vale para todos los grupos, los de 9 y los de 7, es que no se larguen a construir solos. Asóciense con alguien que tenga más experiencia. Compartan honorarios en los primeros dos o tres años de profesión, que es un modo de compartir responsabilidades. Tengan presente que ustedes se van a sentir jóvenes e inocentes, pero frente a los errores se los va a juzgar como si fueran expertos y responsables. Completen su formación, ya vendrá luego el momento de sentirse maduros y poder largarse solos a esta súper aventura de pensar y hacer espacios. Hasta la vista y la mejor de las suertes.